viernes, 8 de junio de 2012

Un cuerpo perfecto

El capítulo cuatro de los Efesios nos habla de la iglesia como un cuerpo. Por ejemplo, el verso once dice: «..Y él mismo constituyó a unos, (Dios es el que constituye, no la carne) apóstoles; a otros profetas; a otros, evangelistas, a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo..» y en el verso quince dice que : «..sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo..»
El verso dieciseis dice: «..de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor..»
¿Dios quiere que seamos un cuerpo todo peleado y desunido? ¿Dios quiere eso? No.
Mi cuerpo no está peleado. Cuando usted se mira al espejo ¿se aborrece? No. Usted puede criticar mi nariz pero es la nariz que Dios me dio, y no me voy a hacer cirugía plástica. Usted me puede criticar otras cosas y también está expuesto a que lo critiquen, pero ahora, ¿Usted ama a su cuerpo? ¿Las manos le ayudan a lavarse la cara?, ¡Por supuesto! Hay una total armonía en el cuerpo. ¿Usted toma un palo y se castiga por ser tan feo? No. Eso sería anormal.
Si nosotros vamos a ser un cuerpo en Cristo tenemos que ser unidos. Acercarnos los unos a los otros no solamente humanamente sino también espiritualmente. Con respeto, con amor, con fe, con confianza, en armonía, en diálogo, en amor. Para conocernos, para trabar una amistad, para que mi hermano sea el reflejo mío y yo el reflejo de mi hermano.
Quiero esos amigos, que me digan cuando estoy mal. No queremos amigos que nos pasen “la manito por la espalda” y nos digan solamente lo bueno, porque cuando nos dicen lo malo reaccionamos y no queremos que se nos llame la atención.
Hermanos, Dios nos tomó como éramos, (Un pedazo de barro del pisadero de este mundo “maloliente”), de allí nos tomó en sus manos y quiere hacernos un vaso útil para su gloria y honra, y él se toma su tiempo para hacer eso. ¿Está entendiendo? Dios quiere usarnos de acuerdo a la estatura, a la madurez, al conocimiento, a la gracia, al amor, a la relación que tenemos con él.
Yo nunca podía comprender por qué el capítulo cuatro de Efesios habla primero de la estatura a la que puede llegar el cuerpo de Cristo, y después parece muy negativo. En vez de hablarnos primero de cómo podemos llegar a ser el cuerpo nos habla lo del verso diecisiete. Luego que termina de darnos la visión maravillosa de lo que Dios tiene para nosotros, que nos lleva a ver que Dios quiere un cuerpo con coyunturas que se ayudan mutuamente, con una actividad y un crecimiento, dice: «..Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente...»
En otras palabras, si queremos llegar a ser integrantes del cuerpo, si queremos ser miembros útiles del cuerpo ya no podemos andar como los otros gentiles. ¿Quiénes son los gentiles? ¿Está familiarizado con el vocabulario bíblico? Gentil es alguien del mundo que no conoce a Dios.
Y usted que viene a la iglesia ¿Qué es? ¿Creyente o gentil?
Dice este pasaje: «..que ya no andéis como los otros gentiles..» No dice: “..hermanito, por favor, procure de alguna manera..” ¡Es algo radical! No es una sugerencia. ¡Es una orden! Porque el mundo vive en la vanidad. «..Mas vosotros no habéis aprendido así de Cristo, si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús..»
Hermanos, los que somos miembros verdaderos del cuerpo de Cristo debemos andar conforme a la verdad que está en Cristo Jesús, no a la verdad que está en la universidad.

Pastor Hugo Contreras (Formados para obedecer I)