viernes, 4 de noviembre de 2011

Cuando Dios conmueve a la iglesia

La Iglesia sufre divisiones porque siempre hay alguien que no quiere sujetarse al gobierno de Dios. Yo escuché una historia en broma, que dice que había un barco grande pasando por altamar, y un marinero mirando por sus binoculares a una isla solitaria, vió a un hombre en la playa levantando la mano, pidiendo ayuda. Entonces él envió un bote allí, a la playa para ver que había. Un anciano con pelo largo estaba ahí casi desnudo y el marinero dijo: "..¿Estas aquí solo?.." Y él dijo: "..Si, hace casi 30 años estoy aquí esperando que alguien me rescate.
"..Pero, ¿estas aquí solo?.." insistió el marinero
"..Si, señor, estoy solo.."
Un poco desorientado, el marinero le dijo: "..Pero yo veo tres casas allí.."
Y él dijo: "..Si, esta es la casa en donde yo vivo.."
Y el marinero dijo: "..¿Y la otra?.."
"..Esa casa es mi Iglesia.."
"..¿Y esa otra casa?.." Y el hombre dijo: "..Esa era la Iglesia a la que yo asistía antes.."
Yo no se a ustedes, pero ¡A mí me encanta esa bromita! Somos tan brutos que nos dividimos entre nosotros mismos.
Voy a contarles algo que debe tomar por lo menos cinco días de estudio, pero lo voy a resumir en algunos momentos nada mas. Dios es muy exacto en cuanto a su gobierno. Dios no está jugando juegos. Dios quiere, muy en serio, levantar una Iglesia perfecta. Una Iglesia santa. Una Iglesia que siga el patrón que Dios mismo ha puesto en ella.
Nosotros hablamos mucho de conquistar el mundo, y conquistar, y conquistar, y conquistar. Pero la Biblia nos enseña que Dios solamente está con aquellos que andan conforme a sus reglamentos. Dios no anda con rebeldes. Dios no anda con los que son independientes. Dios anda con aquellos que están unidos con él y con el patrón que él ha puesto en la Iglesia.
Entonces, Dios toma mucho tiempo para arreglar los asuntos de la Iglesia. Yo he visto en mi concilio miles de almas que han venido y cientos que se han ido. Suena triste pero así es la Iglesia. Yo he visto cientos de obreros a tiempo completo que empezaron bien, pero en el camino tuvieron que pasar por hornos de fuego puestos por Dios. Algunos se enojaron y se fueron. Algunos jóvenes pensaron que sabían más que los ancianos. Se enojaron y se fueron. ¡Cientos!
Que lástima que no tenemos a todos aquellos que pasaron por nuestras puertas, pero la verdad es que Dios siempre está conmoviendo la Iglesia. A veces pasamos tiempos de avivamiento y vemos almas, multitudes que vienen. Entonces Dios envía una gran prueba para conmover la Iglesia. Para ver quien es quien.
Pastor David Barlock (El discípulo y el gobierno de Dios)

No hay comentarios:

Publicar un comentario