viernes, 10 de junio de 2011

Cuando Dios nos mete en problemas

A veces remamos con muchas fuerzas y el viento de las contrariedades nos provoca desaliento. Allí es cuando se levantan preguntas en lo profundo de nuestros corazones y es cierto, si fuéramos sinceros y pudiéramos tener un confesionario abierto. ¡Cuántos de nosotros pudiéramos contar de las contrariedades que nos han venido por servir al Señor! ¡En los líos que me ha metido este camino!
Dios nos ha metido en problemas y esa es la manera que él en su misericordia usa para tratar con nosotros. En esos días en los que la contrariedad y el desaliento vienen, nos llenamos de preguntas. ¿Por qué?
Quizá los discípulos en medio del viento se estarían preguntando: "..Si El nos usa tan poderosamente que el pan crece en nuestras manos una y otra vez hasta alimentar a una multitud. Si nos hace gustar de esa gloria magnífica. Si sentimos algo tan hermoso al ser usados por su misericordia. ¿Porqué ahora nos mete en estos problemas?.." Así pensamos nosotros, porque el Señor muchas veces ni siquiera nos permite quedar después del culto para que alguien nos diga: "..¡Cómo crecía el pan en tu mano!.."
A nosotros nos gusta eso, y esa es nuestra ruina. Nos gusta escuchar que la gente opine bien de nosotros. Somos siervos de Dios. Lo reconozcan o no estamos prendidos a El. No obstante, los días de prueba vienen y las preguntas con ellos, en donde pensamos que por obedecer al Señor nos metemos en problemas y aún metemos a nuestra familia en problemas.
Me acuerdo hace muchos años, después de haber vuelto de algunas tristes consecuencias en la Patagonia, contemplé algunas cosas que habían hecho sufrir a mi familia y hablando como de corazón a corazón con el hermano Samuel, le dije: "..Voy a pensarlo bien para no cometer tonterías y llevar a mi familia a cosas que tenga que lamentar..", y le dije: "..no voy a hacer más locuras.." y el se detuvo en la calle, me miró y me dijo: "..No digas eso, porque dentro de un tiempo estarás pensando en locuras más grandes.."
Las pruebas tienden a desalentarnos y quisiéramos que Dios nos conteste el porqué. Pero Dios no le contestó a Jesús cuando exclamó: "..Dios mío, ¿por qué me has desamparado?.." Y hay cosas, como dicen los mexicanos, que "salen sobrando", que Dios no las va a contestar. Ya está hecho. El nos lleva por el camino de preparación. Hay pruebas que cuando las pasamos nos preguntamos ¿Que sentido tienen?, pero después miramos para atrás y escondidos en un rincón le decimos al Señor: "..Gracias, porque tú nos permitiste pasar por ese camino, porque nunca las cosas hubieran sido de esta manera si no me hubieras llevado por ese camino.."
Dios es el que obra en nosotros el querer como el hacer por su buena voluntad. El escribe y marca cosas dentro de nuestras vidas cuando pasamos tiempo en su presencia. Clamemos a Dios para tener la frescura de un hombre que camina en su presencia y que saca del tesoro cosas viejas, pero que también saca cosas nuevas. Por eso él nos lleva a su presencia, para marcar cosas nuevas en nuestra vida. Toda nuestra vida es una oportunidad de crecimiento.
Pastor Hugo Contreras (Formados para obedecer)

No hay comentarios:

Publicar un comentario