miércoles, 25 de mayo de 2011

Con libertad de expresión

“..Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro..”
El titulo de este mensaje es “El trono de la gracia” Cuando hablamos del trono de la gracia, tenemos la visión de un trono, pero también tenemos la visión de un Rey misericordioso, porque cuando pensamos en un trono, pensamos en majestad, en alteza, en autoridad, y esto nos produce cierto miedo y quizás inhibiciones, vergüenza, y temor.
Pero tengamos en cuenta esta verdad: En el trono de la gracia está sentado un rey misericordioso, lleno de perfecto amor, que es bueno y tiene misericordia de nosotros, y podemos acercarnos con nuestras miserias, con nuestra pobreza, con nuestra necesidad, y hacerlo como dice la escritura: “..confiadamente..” ¡Que hermoso es esto!
Esta palabra: “..confiadamente..”, es la palabra que me gusta, que me tocó el corazón, porque me hace saber que puedo acercarme a un Dios tan grande, tan inmenso, tan perfecto, tan santo, y lo puedo hacer confiadamente. Traduciendo esta palabra del original hebreo, que es uno de los idiomas más amplios y grandiosos en su riqueza, la palabra confiadamente quiere decir esto: “..Con libertad de expresión..”
Hermanos, ¡Hay un trono! ¡Hay un Rey de una Majestad indescriptible! ¡Hay ángeles, arcángeles, serafines, querubines! ¡Hay una gloria esplendorosa y un poder tremendo en ese trono y en ese Rey! pero yo con mi miseria humana puedo acercarme con total libertad de expresión ante ese trono de gracia. ¡Que hermoso!
Vivimos en casa con mi esposa y con nuestras tres hijas, y ellas se acercan a nosotros con libertad de expresión, con confianza, no lo hacen con miedo. Abren la puerta de nuestra habitación y entran confiadas, no tienen problema para acercarse a nosotros, ¿Por qué? Porque son nuestras hijas, tienen confianza, y es lo mismo con Dios.
Como un hijo se acerca a un padre, de la misma manera podemos acercarnos confiadamente a su presencia, y hay un término bíblico del original que dice Abba padre, que quiere decir: “..Papito mío..”, ¿Nunca le dijiste a Dios “Papito mío”? ¡Podes decírselo con confianza! Y aunque estamos hablando de un Rey, del majestuoso Dios, sin embargo es nuestro papito.
Nos dice la Biblia: “..Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en el cree, no se pierda, mas tenga vida eterna..” Dios lo envió a su hijo al mundo, y todos los que reciben a Cristo son hechos hijos de Dios se convierten en un hijo, en una hija de Dios por el espíritu que el ha hecho morar en nuestros corazones por el cual le decimos a Dios “..Abba Padre, ¡Papito mío!..”
Ya no somos mas esclavos, ¡Somos hijos! No tenemos que acercarnos a Dios como un sirviente, como un esclavo en la casa, ni siquiera somos un mayordomo. Ahora el titulo mas grande que podemos exhibir es: “Hijo de Dios”. Tenemos una relación real con Dios. El es nuestro papito. Podemos acercarnos con libertad de expresión. No te quedes cohibido en la presencia de Dios. ¡Eleva tu oración a Dios con confianza! No estés atado ni impedido de ejercer tu libertad de expresión, porque tenemos un gran Sumo Sacerdote que intercede por nosotros.
Pastor Carlos Cabrera (El trono de la gracia)

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