lunes, 18 de octubre de 2010

Los hermanos amados

En la congregación local es necesario tener hermanos amados, queridos, apreciados por el resto, son los hermanos colaboradores, que, como siempre digo, son aquellos, que, como los pastores, se echan la Iglesia al hombro y, que por su conducta, fiel, leal y trayectoria, ejercen una función que complementa en forma preciosa todo el trabajo de la Iglesia. Sin estos hermanos amados por todos seria imposible realizar la tarea.
Estos hermanos, miembros de la familia cristiana, ayudan a lograr la unidad de todo el Pueblo del Señor y, a través de ellos, se manifiesta el precioso y sagrado aceite de la unción, el refrescante y vigorizante rocío, conocido por su abundancia.
La bendición profética de Aser (sea el amado de los hermanos) es muy destacado y sobresale marcando su importancia en los colaboradores que muestra en el libro de Los Hechos “..escoged, pues, hermanos de entre vosotros, que sean de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo, y de sabiduría..”
También se destaca la discípula Dorcas, que significa “gacela”; ella estaba llena de actos de misericordia que hacía, era querida por toda la gente; murió y Dios lo usó a Pedro para resucitarla y, muchos creyeron en el Señor por ese milagro.
Otro destacado hermano amado es Bernabé, que significa hijo de consolación, “..dado a la obra de Dios, entregando todo de si por amor al Señor..” Este hermano amado ayudó a Saulo de Tarso en sus comienzos, cuando todos lo rechazaban a Saulo, porque no le creían, le tenían miedo y escapaban de él; pero Bernabé le recibió, le llevó a los Apóstoles, lo ayudó a entrar y lograr la aceptación y comunión con toda la Iglesia.
Bernabé fue enviado a Antioquía para ayudar en el gran mover de Dios que se había producido en aquella ciudad, para animar, consolar y fortalecer a los hermanos, para que permaneciesen fieles al Señor, porque Bernabé era varón bueno y lleno del Espíritu Santo y de fe. Un hombre que se destaca por su madurez, sabiduría y capacidad de ayuda a los ministerios.
Notemos también, como siguió siendo de ayuda al desarrollo del propósito de Dios con Saulo, a quien fue a buscarlo a Tarso y lo trajo con él a Antioquía, de donde también salió enviado con el mismo Saulo que después fue el Apóstol Pablo.
Este hermano amado era muy útil entre los hermanos. Bernabé estaba entre los hermanos de confianza de los Apóstoles, a quienes les parecía bien encargarles responsabilidades delicadas. La Biblia lo destaca como uno de aquellos que eran considerados principales entre los hermanos, como también Silas y Timoteo.
Pastor Carlos Cabrera (El poder de la bendición profética)

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