lunes, 23 de agosto de 2010

Guardados en Espíritu, alma y cuerpo

"..Cuando alguien se entrega por completo al Señor, Dios toma su vida y lo guarda en espíritu, alma y cuerpo. Y la Palabra de Dios pone un orden aquí: Primero, el espíritu; segundo, el alma; y tercero, el cuerpo. Es la cuenta que hace Dios.
El espíritu es la parte nuestra que tiene que ver con Dios. Dios viene a nuestro espíritu. En la redención, Cristo resucitó nuestro espíritu, lo sacó del sepulcro del pecado, lo levantó para tener comunión con Dios. Una vez que el evangelio nos alumbró, que el Espíritu Santo nos convenció, que creímos en Cristo, que le pedimos perdón por nuestros pecados, que nos arrepentimos y fuimos salvos por su sangre, nuestro espíritu resurgió y estamos en comunión con él.
Nuestra alma es un mundo complicado. Es el mundo de las emociones, de los sentimientos, de los pensamientos, de la mente, de la voluntad, de los afectos, ¡Y cuidado con eso! Ese mundo es tan complicado que aún los psiquiatras, psicoanalistas y neurólogos con todo el conocimiento que tienen no pueden ayudar a muchos enfermos del alma. No pueden ayudar a personas que sufren tensiones emocionales o problemas afectivos o depresivos, a personas que sufren de los nervios, que tienen inestabilidad emocional, a personas que han sufrido engaños familiares y tienen heridas sangrantes.
¿Sabe porqué? Porque nuestra alma necesita a Dios. El que hizo el alma la conoce. El conoce todas nuestras necesidades del alma, por eso el Salmista decía: "..¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.." ¡No lo dejes al Señor! ¡Ponélo en primer lugar! ¡No te confundas! ¡No te mezcles emocionalmente con cualquiera! Amá primero al Señor con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
Y cuando el alma y el espíritu están en el Señor Jesús, el cuerpo está en óptimas condiciones, porque el cuerpo (Que la Biblia deja para lo último) y que tiene sus necesidades, cuando está controlado por el espíritu, y cuando el alma está sujeta a Dios, cumple el fin que Dios le ha establecido: Ser el templo del Espíritu Santo, donde Dios puede habitar en santidad.."
Pastor Carlos Cabrera (Somos guardados por Dios)

No hay comentarios:

Publicar un comentario