miércoles, 12 de mayo de 2010

La escuela de la vida

La multiplicación de la iglesia consistió en ese principio, en ese sistema de Jesús. La multiplicación de la iglesia fue el resultado del discipulado. Y nosotros entendemos al discipulado como una escuela bíblica, como un seminario, como un colegio de instrucción donde el “factor práctico” es el más importante. Muchos piensan que lo más importante es estudiar, saber y conocer, pero nosotros hemos aprendido que es mucho más importante moldear el carácter, formar la personalidad, y eso solamente se logra “en la escuela de la vida”.

Sin duda que cada uno de esos hombres tenía su carácter. Había dos hermanos a quien Jesús los llamó “hijos del trueno”, porque seguramente tenían un genio violento, un carácter explosivo, por cualquier cosa levantaban la voz, se enojaban fácilmente. Pero después uno de ellos cambió su carácter y fue Juan el amado, quien se recostó en el pecho de Jesús tiernamente. En vez de una persona dura como la roca, Jesús lo hizo tierno como un corderito. Jesús puede cambiar el carácter de cualquiera que vive con él, aunque haya sido una persona ruda, agresiva y violenta. Jesús la cambia, la hace nueva, distinta. Por eso dice la Biblia: «..De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas..» (3) La palabra “criatura” nos habla de creación. Dios puede crear en nosotros un nuevo carácter, para que no sigamos siendo los mismos. Bastante falta nos hace, ¿Verdad?

Así comenzó el trabajo de Jesús, llamó a los doce para que estuviesen con él.

Para hacer la obra de Dios hacen falta obreros, hacen falta personas que estén completamente dedicadas a la obra para atenderla y ocuparse de ella. (No hay obra sin obrero. Lo importante es el obrero). Por eso insisto con el ejemplo de Jesús: Dedicación completa, empeño, inversión de su vida. ¿Por qué Jesús hizo que estos doce hombres se dedicaran íntegramente a la obra como él? Porque quería sacar réplicas de su personalidad. Por eso los trajo a vivir con él. Ese es el sistema que Dios le enseñó a la familia del Movimiento Cristiano y Misionero.

Pastor Carlos Cabrera (Día de trabajo)

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